Compartir con Emily
Cuando compartí mis descubrimientos con Emily, sus ojos se abrieron de golpe. “Todos esos bebés… ¿igual que yo?”, susurró, atónita. Nos sentamos a la mesa de la cocina, con el peso de la revelación asentándose entre nosotras. “Es mucho, lo sé, pero tenemos que averiguar por qué”, le dije. Emily asintió con la cabeza, con una determinación que iba en aumento junto con su conmoción. Juntas nos comprometimos a llegar al fondo del asunto, costara lo que costara.

Compartir con Emily
Uniendo las piezas
“Analicemos esto”, dijo Emily, extendiendo las notas por la mesa mientras intercambiábamos teorías, intentando unir los puntos dispersos. “Quizá sea alguien del hospital”, reflexioné, luchando por encontrarle sentido a todo aquello. Emily asintió, sumida en sus pensamientos. A pesar de la maraña de información, el rompecabezas iba encajando poco a poco. Nuestra convicción se hizo más fuerte y la determinación solidificó nuestra resolución compartida de descubrir la verdad.

Uniendo las piezas