Temiendo lo peor
Me invadió una oleada de pánico. “¿Podría Emily estar relacionada con todo esto? Me pregunté, y la idea me produjo un escalofrío. Mi mente recorrió un sinfín de posibilidades. Emily parecía estar en el centro, ya fuera por coincidencia o por algo mucho mayor. “Mantén la calma”, me dije. Pero ¿y si no era sólo casualidad? Cada descubrimiento era como abrir una puerta a más preguntas, y temía lo que pudiera estar esperándome al otro lado.

Temiendo lo peor
El presentimiento de la verdad
Mi instinto no dejaba de darme la lata: una verdad incómoda estaba esperando a ser descubierta, posiblemente enterrada en lo más profundo de aquellos archivos, que contenían la clave del pasado de Emily. “No pararé hasta descubrir la verdad”, juré, agarrando los papeles con más fuerza. Tenía que indagar más, por el bien de Emily. Cualesquiera que fueran los secretos ocultos, saldrían a la luz. Mi determinación se fortaleció: este viaje estaba lejos de terminar.

El presentimiento de la verdad