Los Momentos Terribles
El resto de la manada miraba al bebé elefante mientras luchaba por ponerse de pie, con la esperanza de encontrar un punto de apoyo. Los elefantes adultos quedaron momentáneamente aturdidos por lo sucedido. Pero después de unos minutos, sabían que tenían que hacer algo.
Mientras el joven elefante luchaba por su vida, los demás también se sintieron obligados a hacer lo que pudieran. No podrían ayudar al miembro más joven de la familia simplemente mirando y esperando que pudiera levantar su propio cuerpo con éxito. Empezaron a hacer ruidos.
Los elefantes empezaron a sentirse ansiosos
Los ruidos no parecieron ayudar. El bebé elefante mostraba signos de fatiga y desesperanza y la vista era demasiado difícil de soportar para los elefantes adultos. Cuando el peso de la situación comenzó a caer sobre ellos, los hizo aún más desesperados por hacer algo. Comenzaron a caminar de un lado a otro. No podían quedarse ahí y mirar.