Frente al sobre
Sentadas en la cocina con el sobre entre nosotras, parecía una bomba de relojería. “Hagámoslo juntas”, animé a Emily. Sus manos temblaron ligeramente al cogerlo, el futuro contenido en aquel delgado papel. “Nunca pensé que estaría tan nerviosa”, admitió. Le apreté el hombro en señal de apoyo silencioso: las dos comprendíamos que lo que había dentro podía cambiarlo todo, pero la fuerza que sacábamos la una de la otra nos daba el valor para afrontarlo.

Enfrentarse al sobre
Abrir la puerta a su pasado
Emily respiró hondo y abrió el sobre con cuidado, escudriñando la página en busca de alguna señal de sus orígenes. “Vale, allá vamos”, susurró, con una mezcla de excitación y miedo en la voz. Observé con el corazón en la garganta cómo asimilaba cada palabra, sabiendo que estos primeros pasos en su pasado eran monumentales: un puente hacia lo que fuera que nos esperara a las dos.

Abrir la puerta a su pasado