Palabras alentadoras de Jenkins
El Sr. Jenkins se inclinó hacia él, con los ojos cargados de historias desconocidas. “Deberíais profundizar más”, dijo en voz baja, un simple empujón que despertó una nueva determinación. Emily y yo intercambiamos una mirada, con nuestro propósito reavivado. Sabíamos que no podíamos detenernos. Había una verdad ahí fuera esperando a ser descubierta y, animadas por el Sr. Jenkins, nos dispusimos a darlo todo. La verdad estaba al alcance de la mano y nos negábamos a echarnos atrás.

Las alentadoras palabras de Jenkins
Llega la carta de la universidad
Justo cuando todo parecía abrumador, llegó un sobre amarillo brillante para Emily: ¡su carta de aceptación de la universidad! Las dos contuvimos la respiración mientras lo abría. “Mamá, ¡me han admitido!”, chilló bailando por la cocina. En medio de todo el misterio, fue un momento de pura alegría. Sus ojos brillaban de esperanza y promesa, un recordatorio de que la vida aún deparaba sorpresas, un soplo de felicidad entretejido en nuestra enmarañada red de preguntas.

Llega la carta de la universidad