El instinto entra en acción
Tras descubrir a los bebés abandonados, mi instinto me instó a seguir indagando, pero no podía evitar la sensación de que el misterio era mucho más profundo. Emily necesitaba respuestas, y yo también. A pesar de que me pesaban los ojos de tanto revisar archivos polvorientos, seguí adelante. “Aquí hay algo”, me susurré, decidida a descubrir más por mucho tiempo que hiciera falta. Nos merecíamos toda la verdad, por desalentadora que fuera.

El instinto entra en acción
Descubrir puntos en común
Mientras hojeaba los registros, algo llamó mi atención: varios bebés, como Emily, abandonados en circunstancias sorprendentemente similares. “Esto no puede ser aleatorio”, murmuré, pasando página tras página mientras se me aceleraban los latidos del corazón. Cada registro reflejaba la historia de Emily, las líneas temporales estaban inquietantemente alineadas. No era una mera coincidencia; un escalofrío me recorrió la espalda al darme cuenta de que había una historia mucho mayor esperando a ser descubierta.

Descubrir hilos comunes